Los creepers tienen su origen en los años posteriores a la Segunda Guerra Mundial: los soldados ingleses destinados a combatir en África llevaban
botas de lona con suelas duras de goma para aguantar las condiciones
climáticas. Al abandonar el ejército, los soldados defendían su reputación en la noche londinense con este
tipo de calzado convertido en zapato, que fue propulsado en los años 50 por los teddy Boys y los chicos rockabilly, junto a pantalones ajustados, cazadoras,
bolo ties (corbatas de cowboy), y tupés y peinados pompadour.
El origen
de las slippers está ligado a la aristocracia británica, que
utilizaba este tipo de calzado para estar cómodamente en sus mansiones. De ese
uso doméstico, se convirtieron en el acompañante perfecto del esmoquin o black
tie.
Tanto
creepers como slippers están pisando fuerte en las nuevas colecciones de low Cost, prèt
a porter y alta costura para la próxima temporada. Vienen para hacerse hueco en tu armario
porque se van a convertir en un básico indispensable.
¿Tú con cual te quedas?
Cuestión de actitud...
No hay comentarios:
Publicar un comentario